‘La guerra de las corrientes’ y la magia del montaje.

Fuente: Trailers y Estrenos (YouTube)

FICHA TÉCNICA

  • Duración: 102 min.
  • País: Estados Unidos.
  • Género: Biografía / Drama/ Historia.
  • Estreno: 10/01/2020
  • Productores: Timur Bekmambetov, Basil Iwanyk.
  • Directores: Alfonso Gómez-Rejón.
  • Actores: Benedict Cumbertbatch, Michael Sannon, Nicholas Hoult, Tom Holland, Katerine Waterston, Tuppence Middleton.
  • Guionistas: Michael Mitnick.

   Basada en documentos históricos y biográficos de la vida de Thomas Alva Edison, cuenta una de batallas más relevantes de la historia tecnológica y del progreso mundial: la guerra que el inventor tuvo con otros dos científicos de su tiempo (George Westinghouse y un joven Nikola Tesla) para patentar y vender el mejor sistema de corriente eléctrica para los Estados Unidos.

Esta batalla legal entre los tres inventores y empresarios, a la que se denominó «la guerra de las patentes», condujo a todo de artimañas desleales y cada vez más viles para restar puntos al competidor y poder quedarse con el monopolio de la electricidad. Hasta que hubo un claro vencedor.


«La batalla de los continentes» tiene un atrayente aura de película maldita. Tras de sí, deja varios proyectos de guion a lo largo de los años, varios propósitos de producción (con innumerables problemas en su desarrollo) y varios propósitos de estreno, fallidos debidos al estallido del escándalo Weinstein (ésta fue la última película producida por The Weinstein Brothers). Pero, después de tres años en el cajón, al fin ha salido a la luz.

Mi primera intención era hacer una reseña al uso: hablar de unos trabajados personajes a través de unos actores de primer nivel, de un brillante (y nunca mejor dicho) realismo histórico que se cuenta mediante sus localizaciones y sus vestuarios o la importancia de un color casi neutro y plano en todo momento, como el de una bombilla incandescente, para contar una historia de guerra. Sin embargo, hay algo que me ha llamado mucho más la atención cuando he terminado de verla: el montaje.

Las decisiones de montaje, aunque invisible en numerosas ocasiones desde el punto de vista del espectador, son esenciales para la coherencia y la fluidez de la historia. Sin embargo, en ocasiones y por razones justificadas, el director deja entrever los entresijos de su estructura. Es este el caso, donde el ritmo se combina de manera extraordinaria, haciendo más lentos los momentos cúlmenes y pasando más rápidamente por lo más superfluos.

Fuente: Fotogramas

Si en algo destaca «La guerra de las corrientes» es la rapidez con la que transcurren los planos por la pantalla, sobre todo en los momentos más tensos de la película. En los diálogos, los planos y los contra-planos se suceden a una velocidad desorbitada, y los planos detalle nos hacen fijarnos en objetos que son importantes en la trama y de los cuales no nos daríamos cuenta si estuviéramos hablando de un plano general.

También hay un buen uso del montaje paralelo cuando dos eventos están sucediendo a la vez, utilizando la velocidad del fotograma como fuente de tensión y emoción. Y hace una magnifica combinación de la cámara fija con unos ágiles y elegantes movimientos de cámara que parecen querer abarcar toda la estancia. Sin duda, lo más sorprendente, dado la complejidad de rodaje de este tipo de planos, es ver varios planos-secuencia al principio como manera de narrar las distintas situaciones de los distintos personajes y adentrarnos de esta manera en la historia.

Y, por último, os dejo con dato curioso: Edison, entre otros muchos inventos, creó el kinetoscopio, lo que sería el antecesor del cinematógrafo y la cinematografía. En honor a ello, podemos varias fotografías y vídeos reales tomadas con su cámara a lo largo de la película que dan un toque más realista y auténtico. Un trozo de historia.

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